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Raf Simons, forever young

En la temporada otoño-invierno 2017/18, Raf Simons presentó un cinturón hecho con cinta de embalar. ¿Su precio? Cerca de los 170€…

El uso perfecto de los volúmenes y las formas, así como su poder para dotar a cualquier prenda de un aire divertido y juvenil, han llevado a Raf Simons a dirigir algunas de las casas de moda más relevantes del mundo. Pero como cualquier buena historia que se precie, hay que empezar por el principio…

El diseñador nació el 12 de enero de 1968 en Bélgica y siempre se le notó el interés por el mundo artístico. Aunque a la hora de elegir sus estudios se decantó por otra rama y es que se graduó en 1991 en Diseño Industrial y de Mobiliario. Eso sí, durante los dos años siguientes trabajó como asistente del diseñador Walter Van Beirendonck y colaboró tanto en la decoración de sus showrooms como en sus colecciones. Además, esa época de su vida le sirvió para adentrarse en el mundillo de la moda y codearse con fotógrafos y estilistas como David Vandewal, Olivier Rizzo o Willy Vanderperre con los que actualmente sigue, de una forma u otra, muy vinculado.

Cerca del año 93, Raf Simons decidió cambiar de aires y trasladarse a Amberes, la ciudad conocida como “fábrica de diseñadores de éxito”. Allí, conoció a la directora de la Royal Academy of Fine Arts Antwerp, que enseguida se percató de su talento y le dio el impulso que necesitaba para crear una marca propia. Su primera colección fue presentada en Milán en 1995 y estuvo dirigida únicamente al público masculino.

Si tuviéramos que destacar alguno de los años posteriores, sin duda sería el 2005, en el cual presentó su línea Raf by Raf Simons con gran reconocimiento por parte de la crítica; lanzó el libro Raf Simons: Redux, para celebrar sus 10 años de trayectoria, y fue nombrado director creativo de la casa alemana Jil Sander. Su popularidad subió como la espuma y la firma recuperó el esplendor que parecía haber perdido.

Allí se mantuvo hasta el 2012, cuando la misma Jil Sander quiso tomar de nuevo las riendas. Poco después, Simons fue nombrado nuevo director creativo de Dior, todo un reto para él, dado el carácter y el estilo clásico de la marca… Sin embargo, supo llevársela a su terreno y actualizarla, dotándola de un aire renovado y moderno. Lo cual le fue reconocido con el premio a Mejor Diseñador Internacional por el Council of Fashion Designers of America (2014) y con la película documental Dior and I. No obstante, un año después, el belga decidió abandonar Dior para “centrarse en su firma homónima y en sus intereses personales”. Pero lo cierto es que en 2016 ya se había hecho con la dirección artística, las estrategias publicitarias y el diseño de toda la imagen global de Calvin Klein.

Gracias a su gran trabajo en esta última etapa, recibió dos premios CFDA, conocidos como “los Oscar de la moda”. Aunque esta tampoco sería su casa definitiva, ya que la abandonó a finales del año pasado debido al nuevo rumbo que adquirió la firma estadounidense.

Para los que pensaban que su trayectoria había terminado, hace unos meses, inspirado por el cine de David Lynch y haciendo uso de su marca, desfiló haciendo una artística llamada a las armas y dejando claro quien es el que manda. “No quiero mostrar ropa, quiero mostrar mi actitud, mi pasado, presente y futuro. Uso memorias y visiones futuras e intento colocarlas en el mundo actual”, afirma Simons.

 

 

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