Todavía éramos unos ‘polluelos’ y ya teníamos en el radar las ciudades futuristas más espectaculares. Y es que hace algo más de una década la preocupación por el cambio climático también era alta, por lo que en TSM 05 te hablamos de la solución de adaptación que proponía el arquitecto ecológico belga Vincent Callebaut.
Lilypad se concebía, en palabras de Callebaut, como una “ecópolis flotante para refugiados climáticos”. Se trataría de una ciudad con capacidad para 50000 personas, víctimas de las consecuencias del calentamiento global en sus hogares, y una de sus características más sorprendentes es que podría surcar los mares y los océanos aprovechando las corrientes marinas.
Esta urbe flotante se serviría de energías renovables como la solar, eólica y mareomotriz, además de sistemas de iluminación mediante leds o del reciclaje de desechos. Incluso, el arquitecto ideó una cubierta exterior de dióxido de titanio para absorber la contaminación atmosférica por efecto fotocatalítico.
Por desgracia, este ambicioso proyecto quedó en el tintero y nunca supimos nada sobre la construcción de Lilypad. No obstante, se sentía tan impresionante que en aquel número no podíamos dejar pasar la ocasión de que te imaginaras llegando a uno de sus puertos, viviendo en uno de sus bloques residenciales con jardines verticales o admirando las vistas que regala su laguna central.