Nuestra era se encuentra en los albores del turismo espacial. Hace casi dos años, SpaceX anunció a bombo y platillo que llevaría en 2023 al empresario japonés Yusaku Maezawa a orbitar la luna. Con ello, Elon Musk dio oficialmente el pistoletazo de salida a los viajes comerciales espaciales e inició una competición de la que no paran de salir contrincantes. La última propuesta para acercar el cosmos a los más pudientes viene de la colaboración del estudio de diseño PriestmanGoode y la empresa Space Perspective. Ambas firmas trabajan en un globo, llamado Neptuno, capaz de superar nuestra atmósfera y llegar al borde del espacio.
El proyecto consiste en la construcción de un globo de alto rendimiento que va unido a una cápsula presurizada, en la que irán los turistas. Sus desarrolladores trabajan en ofrecer una capacidad de ocho pasajeros, a quienes PriestmanGoode denomina ‘exploradores’. El viaje, de ida y vuelta a la Tierra, contempla una duración de seis horas, de las que dos pasarán ascendiendo y sobrepasando el 99% de la atmósfera de nuestro planeta – a 100.000 pies de altura-, otras dos transcurrirán en el espacio y un último par en volver a la superficie terrestre. Al aterrizar, les esperará un barco que recogerá a los pasajeros, el globo y la cabina. Además, los viajeros dispondrán de internet, por lo que tendrán la ocasión de compartir su experiencia espacial en redes sociales, tal y como asegura el estudio de diseño.
Un aspecto fundamental de este proyecto es el diseño de la cápsula, que ha sido construida, según PriestmanGoode, focalizando el trabajo primero en su interior y luego en el exterior. Nigel Goode, cofundador de la compañía, declara que el “punto de partida” de Neptuno es “la experiencia del pasajero”. “Observamos todas las características diferentes que hacen que la experiencia no solo sea memorable, sino también realmente cómoda y que contenga elementos esenciales para un viaje de seis horas, como un baño”, afirma. Dicha comodidad también incluye la “creación de un espacio eficiente que les permita -a los turistas- moverse durante el viaje.” Asimismo, en el habitáculo cobra una gran importancia la capacidad de tener las mejores vistas posibles al exterior, ya que Goode asegura que quiere ofrecer a sus exploradores “la experiencia inspiradora que los astronautas describen que ha sido ver nuestra Tierra en el espacio”.
Por su parte, Taber MacCallum, fundador y co-CEO de Space Perspective, declara que se encuentran “desarrollando una experiencia única y accesible de viaje espacial”. “El equipo de PriestmanGoode trabajó con nosotros para crear esta experiencia con la nave espacial Neptuno, dándole un diseño clásico, pero también de fuera de este mundo, a la vez que se cumplen con una amplia gama de factores humanos, ingeniería, requisitos de construcción y operación”, informa. Su empresa, de capital privado, está especializada en la fabricación de elementos para proyectos aeroespaciales. A comienzos de los 90, esta compañía diseñó los sistemas de aire, alimentación y agua de Biosfera 2, una estructura en Arizona que alberga hasta siete ecosistemas creada para estudiar la viabilidad de biosferas cerradas en otros planetas.
En cuanto a PriestmanGoode, la empresa es conocida por el diseño de los asientos de la clase ejecutiva del avión B787-9 de Westjet. En este proyecto, la compañía creó para la aerolínea un diseño especial inspirado en el paisaje canadiense y las Naciones Originarias de Canadá, nombre con el que se conoce a los pueblos indígenas de este país. El proyecto pretendía, según el estudio, “elaborar una apariencia contemporánea que refleje la mayoría de las aerolíneas canadienses”.
Neptuno tendrá su primera prueba de fuego a comienzos de 2021. Ahí será cuando la nave realizará un test que se llevará a cabo desde el Centro Espacial Kennedy. Se tratará de un ensayo sin tripulación en el que la cabina transportará cargas con fines de investigación. Por tanto, habrá que esperar un poco para comprobar si este globo tiene futuro o si quedará aparcado en el baúl de los recuerdos junto a otros proyectos espaciales comerciales.