¿Cómo podría una ciudad ser tal sin calles ni coches? En 2030 lo sabremos con The Line, el faraónico proyecto en Arabia Saudí para levantar, como bien expresa su nombre, una metrópolis en línea recta. Y, lejos de esas fantasías conceptuales que luego nunca llegan a la realidad, esta urbe ya está en construcción.
Neom, la firma encargada de semejante reto, define a The Line como “una revolución de la civilización que pone a los humanos en primer lugar, brindando una experiencia de vida urbana sin precedentes mientras preserva la naturaleza circundante”. Una propuesta singular que redefinirá por completo el concepto de desarrollo urbano.
Las imágenes, desde luego, impactan, y es que esta ciudad futurista únicamente contará con 200 metros de ancho, con dos grandes muros que la cuidan. Por contraposición, tendrá la friolera de 170 kilómetros de largo, construyéndose a 500 metros sobre el nivel del mar en el noroeste de Arabia Saudí, próxima al mar Rojo.
Así, si los planes avanzan según lo previsto, seremos testigos de un modelo de ciudad que ofrecerá un nuevo enfoque: estratificar los servicios de la metrópolis verticalmente y acceder a ellos a través del concepto que Neom denomina ‘urbanismo de gravedad cero’. Esto es, y diferenciándose de simples edificios altos, una idea que combina parques públicos y áreas peatonales, escuelas, hogares y lugares de trabajo en espacios verticales. El objetivo es “que uno pueda moverse sin esfuerzo para satisfacer todas las necesidades diarias en cinco minutos”. Por fuera será aún más impresionante, destacando una fachada de espejo que realzará su carácter único mientras, observando el horizonte, veremos cómo la ciudad se pierde en el infinito.
Por otro lado, Neom también incide el componente sostenible de The Line. La urbe funcionará con energía 100% renovable, con una superficie sensiblemente menor al de las grandes ciudades: 34 kilómetros cuadrados. Esto originaría elevados niveles de eficiencia y una huella de infraestructura reducida. La contradicción aparece con su fase de construcción, de gran impacto ambiental durante casi una década y atravesando una variedad de entornos naturales.
En cualquier caso, la (larga) cuenta atrás ya ha comenzado y se espera que, cuando se inaugure, llegue a acoger a nueve millones de residentes. ¿Te imaginas viviendo en un lugar así?