El arte no solo llena de espíritu los corazones, sino que tiene el poder de remover conciencias. El artista internacional Saype es perfectamente conocedor de esto, y ha desarrollado una carrera basada en trabajos impactantes que dan mucho de qué hablar. Ahora, tenemos el privilegio de que una de sus últimas creaciones se encuentre muy cerca, pues la primera obra de Saype en España ya es una realidad.
No es la primera vez que te hablamos de este artista en The ShowRoom Mag, pues ya ensalzamos su labor el año pasado en nuestra revista. En aquel momento, el francés se proponía que la humanidad estrechara lazos pintando en el suelo manos entrelazadas a enorme escala en lugares como Venecia, París, Río de Janeiro o Dubái. El objetivo era, ni más ni menos, crear una cadena humana a nivel global.
En esta ocasión, la obra de Saype en España busca hacernos reflexionar sobre la importancia del agua. Se trata de un proyecto que ha realizado en colaboración con la organización Alianza StepbyWater en una laguna de Oropesa (Toledo). El trabajo ha consistido en unas manos que parecen sostener este pequeño depósito, lo que produce un impresionante resultado óptico desde el cielo. La superficie total es de 10000 metros cuadrados.
Así, Saype y StepbyWater alertan sobre la imperiosa necesidad de “encontrar, crear y compartir soluciones para hacer frente al desafío del agua y la crisis hídrica”. En este sentido, cabe recordar que en España hacemos frente a graves problemas en esta área, como el expolio de agua en Doñana, que ha hecho que prácticamente desaparezcan sus lagunas.
Pero las obras de Saype van mucho más allá del impacto visual, estando caracterizadas por un fuerte componente eco-friendly. Todos y cada uno de sus trabajos son completamente biodegradables, pues el artista, cuyo nombre real es Guillaume Legros, prepara las pinturas con carbón vegetal, tiza, agua y otros elementos.
Al cabo de un tiempo, sus trabajos terminan desapareciendo, ya sea por acción del tiempo o de los animales de la zona. Esperemos que la obra de Saype en España perdure mucho más en nuestras cabezas de lo que lo hará en el suelo.