“La arquitectura es una forma de plasmar los sueños en el mundo real”. Así lo expresaba el célebre arquitecto Bjarke Ingels y, desde luego, es una afirmación que compartimos. Por ello, nos fuimos a las preciosas oficinas en Santa Cruz de Tenerife del estudio arquitectónico Makin Molowny Portela para que nos cuenten su maravillosa labor.
Allí tuvimos el placer de charlar con uno de los socios fundadores, Javier Molowny, de quien nos hemos impregnado de su pasión por su profesión. Para empezar, nos habló de la labor de su empresa, un estudio de “arquitectura e ingeniería que lleva desarrollando su actividad profesional desde el 2003, centrado principalmente en la redacción de proyectos y direcciones facultativas de obra”. En Makin Molowny Portela no se ciñen a un único tipo de encargo, sino que a lo largo de su trayectoria de casi 20 años han redactado proyectos de diferente índole, desde espacio público a proyectos de carácter deportivo, residencial de cierta envergadura, unifamiliar residencial, turístico, industrial… tanto para administraciones públicas como para clientes privados.
Esta aventura comenzó como toda buena historia: cuando cuatro buenos amigos se juntan a hacer realidad sus sueños: Rodrigo Makin, Javier Molowny, Fernando Portela y Alberto A. Portela. “Nos complementamos muy bien y cada uno aporta su know-how al día a día del estudio”, contó el arquitecto. Javier y Rodrigo se conocen desde el colegio y, al acabar la carrera a la vez, uno en Madrid y otro en Gran Canaria, un amigo común les encargó “la rehabilitación de una casona canaria en Granadilla para reconvertirla en un hotel rural”. Más adelante, cuando “surgió la oportunidad” y vieron que era el momento, se incorporaron Fernando y Alberto para dar vida al estudio tal y como lo conocemos ahora.
Además, Javier compartió con nosotros cómo plantea el estudio sus proyectos, recalcando lo importante que es el entorno. “Cuando afrontamos o abordamos un proyecto desde el origen, pensamos que su emplazamiento nos da muchas pautas de cómo va a ser la solución arquitectónica final. Lo estudiamos muy bien porque nos ofrece mucha información a la hora de redactar el proyecto.” En cuanto a los materiales que emplean, el arquitecto nos contó que les gusta “jugar con hormigón, vidrio, maderas nobles…”.
Bajo esta filosofía han salido destacados proyectos como el Parque El Convento, en el municipio gomero de Hermigua, que además se está ejecutando ahora. Tras “estudiar el territorio de La Gomera”, se dieron cuenta de la importancia de “los terrenos abancalados para cultivos por la orografía de la Isla”. Esto les llevó a redactar un proyecto de “un parque desarrollado, fundamentalmente, en bancales de uso para que los vecinos y turistas disfruten de un espacio público con vegetación endémica de la zona”. Un bello espacio que veremos finalizado a finales de año o comienzos del próximo.
Además, hay una zona de Tenerife en especial donde la firma arquitectónica ha desplegado todo su talento para diferentes clientes: Abades. Al principio se ejecutó el residencial Nivaria Beach I, mientras que luego llegaría Nivaria Beach II. “Se tuvo un especial cuidado con el paisajismo, con la vegetación endémica. Incluso, a la hora de la excavación se seleccionaron piedras de cierta envergadura para luego utilizar en el paisajismo final del proyecto”. Actualmente, en la misma zona se encuentran ejecutando una obra de 74 viviendas y, próximamente, comenzará una de 66 y otra de 124, por lo que habrá que permanecer atentos.
De hecho, Javier reconoce que guarda especial cariño a Nivaria Beach, pues es uno de los dos proyectos que, principalmente, han marcado la trayectoria profesional del estudio por “su singularidad o lo que han significado”. Ejecutar este trabajo supuso mostrar todo el potencial y talento de la firma, por lo que luego salieron grandes oportunidades profesionales de carácter residencial.
El otro, por el desafío que supuso, es el Pabellón Polideportivo de Valle San Lorenzo. “Fue una obra compleja, ya que la estructura de madera laminada se trajo desde Bilbao por vía marítima. Todo ese transporte hasta el solar fue muy desafiante, por lo que ver montar toda esa estructura en la cubierta del pabellón fue una experiencia enriquecedora para nosotros”, rememoró con orgullo.
Precisamente, no son pocas las dificultades que surgen para los estudios de arquitectura. Los socios nos revelaron que, en una ocasión, llegaron a esperar tres años para que les concedieran una licencia para poder ejecutar un complejo residencial. “Evidentemente, esto denota una falta de medios humanos en muchos de los ayuntamientos de las Islas”, lamentaron.
Aunque desarrollan su actividad principalmente en Tenerife, los proyectos de Makin Molowny Portela van más allá de la Isla. Ahora mismo, trabajan en un hotel en Fuerteventura y, en el sur de Gran Canaria, en la reforma de otro. Pero Javier también recuerda con cariño un proyecto especial en sus inicios que les llevó hasta Cabo Verde, pues el Cabildo de Tenerife les encargó un estudio arquitectónico y paisajístico de Boa Vista. Tuvieron que recorrerse toda la isla y visitarla en varias ocasiones “para plasmar en un libro todo el paisaje tanto arquitectónico como territorial”.
No obstante, siempre hay proyectos que un estudio soñaría desarrollar y en Makin Molowny Portela no iban a ser menos. Javier nos desvela que, personalmente, a él le encantaría que le encargaran un cementerio. Sería “un proyecto súper interesante y hay ejemplos de arquitectura funeraria de primer nivel, como el cementerio en Finisterre de César Portela o el de Igualada, cerca de Barcelona, de Enric Miralles”.
Tampoco queríamos dejar pasar la ocasión de preguntarle por algunos arquitectos de referencia que le inspiren. Una pregunta que Javier se tomó con cautela, pues “de muchos arquitectos te gustan cosas, pero igual no absolutamente todo”. “Hay arquitectos que te gustan por cómo se acercan al proyecto, otros por cómo solucionan los detalles… Por nombrarte alguno, me gusta mucho a título personal cómo solucionan las cosas Fran Silvestre, Alberto Campo Baeza o el inglés John Pawson”, añadió.
Respecto a entornos donde le gustaría que su estudio desarrollara una obra, consideró que “todos pueden dar pie a proyectos atractivos”. Quizás, “por el producto residencial” que están haciendo ahora, se quedaría con la costa andaluza. De hecho, le recuerda a la situación de insularidad de Canarias, “pero con un paisaje totalmente diferente”.
Sin lugar a duda, la arquitectura contribuye a enriquecer el valor turístico de un lugar. Y es que no son pocas las veces que nos quedamos ‘embobados’ admirando bellos edificios dando un paseo, ya sea en nuestra localidad o de viaje. En Tenerife, Javier puso como ejemplo de arquitectura que le gusta el Colegio Oficial de Arquitectos; el edificio de Presidencia del Gobierno de Canarias; la Escuela de Artes Escénicas, “que posibilita que los futuros actores hagan sus representaciones casi al aire libre, ya que el edificio es como un gran vacío y se convierte en un mirador para toda la ciudad de Santa Cruz de Tenerife”, o la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de la Laguna, “en la que se te erizan los pelos cuando paseas por esas rampas sinuosas de hormigón con diferentes texturas”.
Ver obras como estas son las que ‘rayan los ojos’ de este arquitecto, algo que le volvió a pasar cuando viajó a los Emiratos Árabes Unidos a principios de año y visitó el Louvre Abu Dhabi. “Tiene esa cubierta perforada por la que entra la luz y, encima, por el movimiento del sol, van cambiando esas sombras como un patrón de puntos dinámico… se me pusieron los pelos de punta”, recordó Javier.
Fue un viaje en el que visitó Dubái y se acercó también a Abu Dhabi para ver el museo. Le sorprendió el destino, pues, “sin ser como Manhattan o Nueva York”, pensaba que “sería más como Las Vegas, más artificial”. Sin embargo, lo que se encontró fue “un centro financiero y económico brutal creado de hace poco tiempo”.
Y, continuando hablando de lugares maravillosos, le preguntamos por una ciudad del mundo que le enamore. “Por sus características urbanas, historia y diferenciación, diría que Venecia. Esa experiencia urbanita en una ciudad de esas características merece la pena disfrutar, por lo menos, cuatro días”, recomendó Javier.
Desde luego, una charla de lo más enriquecedora que nos ha servido para conocer de cerca la labor de un estudio del calibre de Makin Molowny Portela y la visión de Javier. Pero, como también queremos saber la del resto de socios fundadores, les hemos sometido a un pequeño cuestionario. ¡Allá va!
¿Edificios de Canarias que te maravillen?
Rodrigo: Magma Arte & Congresos
Javier: Escuela de Artes Escénicas de Santa Cruz de Tenerife
Fernando: Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife
Alberto: Antigua Sede Central de CajaCanarias
¿Ciudad del mundo favorita? ¿y arquitectónicamente?
Rodrigo: Buenos Aires/Venecia
Javier: Venecia/Rotterdam
Fernando: París/Sídney
Alberto: Chiang Mai/Londres
¿Ciudad de España favorita? ¿y arquitectónicamente?
Rodrigo: Málaga/Barcelona
Javier: Madrid/Barcelona
Fernando: Madrid/Valencia
Alberto: Sevilla/Madrid
¿Obra de arte preferida?
Rodrigo: El Hombre de Vitruvio, de Leonardo da Vinci
Javier: La Pudicizia, de Antonio Corradini
Fernando: La Victoria de Samotracia, de Pithókritos de Rodas
Alberto: Noche Estrellada Sobre El Ródano, de Vincent Van Gogh
¿Lugar preferido para encontrar la inspiración?
Rodrigo: Trabajando
Javier: Un libro
Fernando: Conduciendo
Alberto: Cualquiera
¿Una obra arquitectónica que te gustaría desarrollar?
Rodrigo: Un templo
Javier: Un cementerio
Fernando: Un estadio olímpico
Alberto: Mi casa