Nos colamos en W Dubai-Mina Seyahi, la última sensación de Dubái: un espectacular hotel de 31 plantas que simula la cabeza de una cobra encantada y está inspirado en un bazar moderno, con innumerables referencias a los zocos y las leyendas del mundo oriental. Todo sin dejar de lado la fiesta más canalla, una oferta gastronómica de nivel y una zona para mimarse.
En sus poco más de 4000 kilómetros cuadrados, Dubái cuenta con más de 150 hoteles de categoría cinco estrellas. Incluso uno de siete, el mítico Burj Al Arab. Por eso, cada nueva apertura debe ser más espectacular que la anterior. Y así llegó W Dubai-Mina Seyahi el año pasado, con una apuesta para maravillar.
Una localización increíble, en el antiguo puerto de Mina Seyahi, con un imponente edificio de cristal que mantiene el sello moderno de W en todo el mundo. Lo hace fusionando una estética árabe fresca y divertida. Además, da un guiño a la historia mística de Oriente Medio y su mezcla de poetas, narradores y artistas. Aquí todo está milimetrado para sorprender.
Desde el check-in, que se realiza dentro de un fabuloso nido de serpientes XXL, al lobby con una alfombra voladora o el interior del W Lounge que rinde homenaje a los famosos zocos de telas, con numerosos tejidos colgados en el techo. También, el zoco de las especias con sus colores y olores, con elementos dorados que aportan la sensación de un animado bazar contemporáneo con música en directo. Siguiente sorpresa: el túnel de gigantescas cuentas luminosas pintadas con los nombres de los personajes de Las mil y una noches.
El hotel suma 318 habitaciones, 27 de ellas suites, todas orientadas al mar y con balcón privado. Los interiores tienen tonos llenos de energía, optimismo y cierta chispa artística. El mobiliario está personalizado con capas de telas que celebran el pasado del emirato y su herencia de rutas comerciales. Además, las mesillas de noche se han cambiado por verdaderos cofres con tesoros en su interior para los huéspedes.
Y si esto te parece poco, las opciones gastronómicas y de vida nocturna no son pocas. Ginger Moon, junto a su piscina infinita, y Attiko, en el rooftop, son las joyas de la corona. Pero si quieres tomarte un buen cóctel, también puedes pasarte por BAR-B que es la zona de spa. Hasta para eso son extravagantes.