Junto a la Caldera de los Pinos de Gáldar, encontramos un enclave natural de gran singularidad e interés científico: el monumento natural del Montañón Negro.
Se trata de uno de los últimos volcanes de Gran Canaria, ubicado entre los términos de Moya, Gáldar, Santa María de Guía y Valleseco. Entre los piroclastos de sus coladas la vida logró hacerse camino, con ejemplares centenarios de los pinos de Gáldar cuyo intenso color verde contrastan con los tonos oscuros del Montañón.
Así, en este lugar hallamos un grupo de 19 ejemplares que, tal y como cuenta Turismo de Gáldar, se salvó de la tala masiva que en siglos pasados afectó a la isla de Gran Canaria, pues sirvieron para marcar el límite territorial de los municipios de Gáldar, Guía y Moya. Allí existen ejemplares de más de 350 años.