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Internet está muerto

Desde su creación, Internet ha sido una fuente de teorías y conspiraciones de todo tipo. Millones y millones de usuarios utilizan redes sociales y foros de discusión para exponer sus puntos de vista, opiniones o ideas, estando unas veces respaldadas por datos y en otras no. Especialmente en páginas webs como los blogs, los usuarios discuten sobre temas propuestos por otras personas, es en este contexto donde nació una de las teorías más famosas sobre Internet y que hoy en día puede sonar más plausible que nunca.  

En el año 2016, surgió la teoría del Internet muerto, la cual defiende que los bots, algoritmos e inteligencias artificiales de diferentes tipos dominan la actividad que tiene lugar en la red. La afirmación es dura, pero resulta más amenazante si pensamos en la influencia que puede tener esta suposición en la actividad humana, pues sus defensores argumentan que estos robots, desarrollados por agencias gubernamentales y grandes corporaciones, se crean intencionalmente para ayudar a controlar la percepción pública y mejorar los resultados de búsqueda, con el fin de manipular a los consumidores y usuarios

Datos de la empresa estadounidense Imperva respaldan esta hipótesis. En 2020, el 40,8% del tráfico de Internet fue realizado por bots, siendo un 26 % de los mismos bots maliciosos. Por otro lado, es justo decir que una tendencia contraria a la teoría del internet muerto ha surgido estos últimos años, y es que según datos de Statista, en 2023 se registraron más de 5.300 millones de usuarios, algo que sugiere que la actividad humana no para de crecer en la nube. Sin embargo, el contexto actual que vivimos en redes sociales y con la presencia casi omnipresente de la inteligencia artificial , facilita la integración de estos bots en diferentes plataformas.                          En el mundo del streaming, por ejemplo, existen los v-tubers, creadores de contenido que utilizan una imagen o icono en pantalla para hablar y así ocultar su cara y mantener su identidad en el anonimato. Esto puede parecer sensato, pues es una protección contra la exposición en internet, en cambio, aquello que esta hablando a los espectadores puede ser una inteligencia artificial, capaz de responder a comentarios y preguntas, utilizando la voz de un actor o actriz de doblaje para hacerse pasar por una persona real.

En el ámbito de las redes sociales, estos bots se encuentran por todos lados. Publican sin contexto enlaces sospechosos y publicidad engañosa buscando el click de algún incauto. Si bien en la inmensa mayoría de ocasiones son fáciles de detectar, resulta altamente molesto encontrarlos siempre que entramos en plataformas como X, donde están más presentes. También son útiles para conseguir interacciones, consiguiendo me gustas, comentarios o reseñas positivas a cambio de dinero.                                                                                                                                             La teoría del internet muerto presenta una realidad gris. Sí, es cierto que los bots son un problema y cada vez se extienden más, pero Internet jamás llegará a morir del todo, ya que a pesar de que predominan, detrás de un porcentaje menor, existen miles de millones de usuarios humanos en la red e interactuando entre ellos todos los días. Aunque en un futuro no muy lejano, tal vez debamos empezar a cuestionarnos si la persona con la que hablamos por nuestras redes es real.

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