El famoso diseñador residencial Timothy Goldbold lo ha vuelto a hacer. Célebres son sus proyectos de renovaciones históricas y nuevas construcciones, en las que nos encanta cómo impregna en ellos un estilo que fusiona elementos naturales como la madera o la piedra con paletas muy estéticas. En esta ocasión, nos ha sorprendido con la que ha denominado Guarida de Southampton, una rehabilitación en toda regla de una vivienda que podemos encontrar en los Hamptons.
Ubicada en el bosque, sobre una pendiente, esta casa no fue edificada en su momento por cualquiera. Se trata de una obra del reconocido arquitecto Eugene Futterman, construida en 1972, a la que el paso del tiempo la había dejado con la necesidad de una buena renovación. Y por allí estaba Godbold para remendarlo.
Este diseñador lo tenía muy claro: quería rehabilitar la residencia tomando como referencia los espacios interiores que habían dejado una huella en él a lo largo de su vida. En ellos están incluidos los de las guaridas de los villanos que aparecen en las películas de James Bond que tanto le gustaban. Como quizás sepas por otros proyectos arquitectónicos, estas guaridas se han convertido en toda una oda al diseño y han dado pie a fantásticas ideas en el mundillo.
Teniendo en mente la guarida de Goldfinger, Godbold utilizó el acero inoxidable en todas partes, desde los muebles hasta los herrajes. Incluso, los templos mayas Zigurat sirvieron de base para la chimenea de la sala, y el jardín colgante se inspiró en la obra de Paul Rudolph.
Así, el resultado fue impresionante: una residencia de espacio diáfano y luminoso realmente moderna. Lo cierto es que la reforma fue profunda, pues, por ejemplo, se quitaron las paredes del baño principal para mejorar el flujo en el piso superior. También se construyó una nueva escalera exterior cuya finalidad es imitar la aparición de nenúfares flotantes sobre las cubiertas verdes del suelo.
Como dijo el propio Godbold, “Ian Fleming (creador de James Bond) sin duda lo aprobaría”. Nosotros, también.