En la gastronomía crece la tendencia de un menor procesamiento de los alimentos para conservar su esencia y toma impulso el uso de productos de cercanía. También está en alza someterlos a altas temperaturas para mantener su sabor y texturas. Y una de las técnicas con las que se consigue esto es la eliminación de la combustión, un concepto desarrollado por dispositivos de calentamiento de tabaco como Iqos.
Y, un año más, esta marca ha planteado este retos a restaurantes de Canarias a través de técnicas como marinados, cocciones a baja temperatura o fermentados. En esta edición, ocho de los mejores cocineros de las Islas desplegaron toda su creatividad para elaborar una cocina sin combustión que refleje el compromiso por un futuro libre de humo. Los establecimientos participantes han sido: Cuernocabra (de Safe Cruz), Umiaya x Germán Ortega (con Drazen-Alkazandear Sosa al frente), The Hoock (de Daniel González) y Tabaiba Restaurante (de Abraham Ortega y Aser Martín) en Gran Canaria. Asimismo, en la isla de Tenerife se sumaron a este desafío: Taste 1973 (de Diego Schattenhofer), Izayaka LO (de Cristo Hernández), Sargo Carbón (de Omar Páez) y San Sebastián 57 (de Alberto González).
Pero solo podía ganar uno y ese restaurante fue Umiaya, ubicado en el hotel Vital Suites Residencia, Salud & Spa de Playa del Inglés. Con un menú inspirado en su filosofía de convertir el acto de comer en algo espiritual y sagrado, el menú sin combustión vencedor está compuesto por 10 platos elaborados con productos de temporada, poco procesados y donde la materia prima local hace viajar al comensal cuando se fusiona con ingredientes y sabores de otras culturas.