Al norte del círculo polar ártico, a la vera de la costa oeste de Noruega, se encuentra el municipio de Meløy, cuya localidad y naturaleza singular implican unas regulaciones que deben seguirse para preservar la belleza de su fauna y flora.
Inspirado en el azul oscuro de los glaciares escandinavos y ofreciendo una vista panorámica del fiordo es como se ha elaborado el proyecto del hotel Svart de la firma Snøhetta. Este se encuentra a los pies de los glaciares Svartisen y es el primero de energía positiva del mundo.
Más allá del lujo que evoca, tiene un objetivo claro: reducir el 85 % de su consumo anual de energía y ser capaz de ser autosuficiente en términos de electricidad y gestión de residuos, a partir de la generación de su propia energía.
“Para nosotros era importante diseñar un edificio sostenible que dejara una huella ambiental mínima en esta hermosa naturaleza del norte”, explica el fundador de Snøhetta. Además, añade que “la construcción de un hotel energético positivo y de bajo impacto es un factor fundamental para crear un destino turístico sostenible respetando las peculiaridades de la parcela; las especies de plantas raras, las aguas limpias y el hielo azul del glaciar Svartisen”.
La grandeza del cuerpo circular de Svart no solo se extiende desde la costa al pie de la montaña Almlifjellet hasta las aguas cristalinas del fiordo Holandsfjorden, sino que esconde un gran homenaje al país escandinavo debido a su arquitectura inspirada en las tradiciones de construcción costeras locales.