The ShowRoom Mag viajó a Córdoba para sumergirse en Noor, el universo creativo de Paco Morales, uno de los cocineros más visionarios de España reconocido con tres Estrellas Michelín. En este templo gastronómico, cada detalle está diseñado para trasladarte a un tiempo antiguo y a la vez inesperadamente moderno. En la visita degustamos el menú Ruh, cuyo nombre significa “alma”, y es precisamente eso: una exploración profunda de la identidad andalusí reinterpretada desde la sensibilidad contemporánea.
Ruh no se presenta como un simple menú degustación, sino que es un relato. Un hilo que atraviesa la memoria culinaria del Al-Ándalus y la traduce en formas nuevas que emocionan por su pureza y por su intención. Cada pase es un fragmento de un libro que parece escrito hace siglos, pero cocinado con la mirada de hoy.

El recorrido comienza con bocados que despiertan la memoria: la tosta de aceituna negra, regaliz, mahonesa de anchoa y lomo de ciervo, seguida por un aliño de fondo de caza con romero que marca un perfil aromático preciso. Le siguen un bollo de bacalao seco con achicoria y un nabo en salmuera con atún y cebolleta frita, dos pases que muestran cómo Paco Morales eleva ingredientes humildes sin perder autenticidad.
La cuajada de gallina con escabeche de azafrán, yema, dátil y caviar y el karim de pistacho con manzana verde, chile habanero y huevas de arenque confirman la capacidad del chef para equilibrar técnica, tradición y un toque picante muy medido. El recorrido salado culmina en tres platos llenos de intención: las lentejas beluga con wagyu y limón en salmuera y pera, la lubina salvaje asada al ajillo con acelgas y almendra encurtida, y el pato ahumado curado y asado con cerezas torrefactadas, hojas crujientes y tocinillo de cielo, un juego entre sofisticación y raíces que define la temporada.

Los postres mantienen la línea delicada del menú. El Limón Ceutí acompañado de bizcocho de hierbabuena, nieve de cilantro y agua cálida de clavo refresca y perfuma, mientras que el cremoso de pasas de Málaga con helado de brandy de 25 años y mousse de chocolate al 70% aporta un final sereno, equilibrado y lleno de matices. En conjunto, Ruh es un viaje que demuestra el rigor y la sensibilidad de Paco Morales, una cocina que respira historia sin renunciar a la modernidad y que, de algún modo, conecta de manera natural con la filosofía culinaria que también está emergiendo en Tenerife: un respeto absoluto por el producto, un relato propio y un territorio que se convierte en lenguaje.
No se trata de compartir recetas, sino de compartir una mirada. Paco Morales construye un universo culinario desde el territorio, desde la memoria y desde el diálogo entre paisaje y cultura. Y esa misma pulsión existe en Tenerife, donde los chefs más inquietos están reinterpretando el volcán, la costa, los vientos alisios, los productos km0 y la historia insular como motores creativos.

Salir de NOOR es comprender que la alta cocina no existe aislada, sino profundamente enraizada en un lugar. Y que, al igual que Córdoba ha encontrado en Paco Morales un narrador excepcional, Tenerife tiene ante sí la oportunidad de convertir su diversidad natural, cultural y humana en un relato gastronómico que trascienda fronteras.
En NOOR encontramos alma. En Tenerife, posibilidad. Y en ambos, la certeza de que el territorio sigue siendo la mayor inspiración creativa para la gastronomía.


