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© SpaceVIP | Space Perspective

Estrellas Michelin en órbita

Si existen propuestas gastronómicas sumergidas en el mar, suspendidas en copas de árboles o localizadas en algunos de los lugares más exóticos, ¿por qué no en el espacio? Esto es lo que se pretende ahora con la anunciada asociación entre la empresa de viajes espaciales SpaceVIP y el chef Rasmus Munk, galardonado con dos estrellas Michelin.

© SpaceVIP | Space Perspective

El objetivo es poner en órbita la cápsula presurizada Neptune —enmarcada en el programa de experiencias espaciales Space Perspective—, donde se servirá un selecto menú valorado en 495000 dólares. Será una oportunidad única pensada para seis comensales, quienes experimentarán una ‘velada espacial’ tras un trayecto de seis horas. En esta cena, los seis turistas del cosmos se sentirán en un viaje interestelar gracias a las vestimentas que diseñará la casa de la moda Ogier. De hecho, la firma promete plasmar en la indumentaria “tecnología y tejidos a la vanguardia”.

Neptune, el globo espacial

© SpaceVIP | Space Perspective

Si todo va bien, esta singular experiencia será realidad a través de una aeronave compuesta por un globo espacial, un sistema de descenso y la propia cápsula. El globo, denominado SpaceBalloon, transportará la esfera al espacio mediante una propulsión de cero emisiones y, a diferencia de otras naves en la que el propulsor se separa, este permanecerá anexo en todo momento. 

En el despegue, Neptune ascenderá hacia el espacio a una velocidad de 20 kilómetros por hora con la tecnología de hidrógeno renovable de SpaceBalloon. Por otro lado, a la hora de bajar, la aeronave lo hará mediante un sistema de cuatro paracaídas situados entre la cápsula y el globo. En esta línea, SpaceVIP asegura que supondrá un aterrizaje seguro: “Este tipo de paracaídas ha sido utilizado por agencias espaciales en más de 1000 vuelos durante décadas, con una tasa de éxito del 100%”.

© SpaceVIP | Space Perspective

En cuanto a su interior, Neptune presume de un habitáculo espacioso en el que la sensación prémium está a la orden del día. Dispone de nueve asientos reclinables para ocho pasajeros y un piloto, siendo reconfigurables para acoger tanto la cena de Rasmus Munk como otros acontecimientos. La idea es que la esfera se sitúe a 100000 pies de la Tierra para que los pasajeros queden atónitos con la curvatura del planeta gracias a las ventanas panorámicas de 360º.

Desde luego, las iniciativas relacionadas con el turismo espacial cada vez son más numerosas y prometen experiencias que deben cumplir altos estándares de seguridad. ¿Te atreverías a disfrutar de una cena así?

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