Los edificios de los museos son, a menudo, parte fundamental de la misma magia que albergan. Aquí les mostramos cuatro de los más impresionantes.
Rosas, rosas y más rosas
El Museo de la Rosa está ubicado en Pekín. Los arquitectos ganadores del concurso público internacional diseñaron una piel envolvente semitransparente de acero, perforada por la forma de estas flores. Impresiona verlo. Sobre todo por la noche, cuando los haces de luz ascienden al cielo en forma de rosa.
Museo de altura
Tenia que ser obra de Zaha Hadid. Este museo colgado de la montana de kronplatz en Itala es todo un canto a la versatilidad de los alpinistas. El MMM Corones, el sexto de su tipo bajo el patrocinio del escalador Reinhold Messner, desafía todas las leyes de la gravedad. Exactamente como el deporte al que está dedicado.
El arte es fuego
La ciudad polaca de Zory (*llamas en polaco) tiene una peculiar historia con el fuego. Hace años, para ampliar la urbe, se quemaron hectáreas de bosque. Desde entonces conmemoran las llamas con un festival anual del fuego. Y ahora tienen su propio museo. Adivina a qué se parece.
La copa de vino de Burdeos
La ciudad de Burdeos (Francia) se encuentra la Cité du Vin. Un museo enteramente dedicado a la bebida por excelencia de la región. Los arquitectos del estudio XTU quisieron rememorar con su fachada el acto del vino arremolinándose en una copa. ¿Quieres saber si lo lograron! Simplemente échale un vistazo.