Parece que China quiere que la divulgación vaya a la par de su ambiciosa carrera espacial. El año pasado, el estudio Ennead inauguró el que a partir de ahora es el mayor museo de astronomía del mundo gracias a sus 39000 metros cuadrados.
El Museo de Astronomía de Shanghái es una estructura colosal que sorprende por su silueta curvilínea, abandonando cualquier uso de líneas o ángulos rectos. En este sentido, la firma arquitectónica ha apostado por un diseño que se inspira en los principios astronómicos y que evoca al movimiento orbital. Cada una de las tres formas principales del edificio, el Oculus, la Esfera y la Cúpula Invertida, actúa como un instrumento astronómico en funcionamiento. “Rastrean el sol, la luna y las estrellas y recuerdan a los visitantes que nuestra concepción del tiempo se origina en objetos astronómicos distantes”, asegura Ennead.
Al entrar al museo, encontrarás suspendido sobre la entrada principal el Oculus. Este refleja el paso del tiempo, creando un círculo de luz solar en el suelo a través de la plaza y la piscina reflectante. De hecho, durante el solsticio de verano llega a formarse al mediodía un círculo completo que se alinea con una plataforma también circular. Es por ello que el estudio define a este elemento como “una verdadera pieza de tiempo en la plaza cívica”.
Respecto a la Esfera, esta alberga el teatro planetario y la mitad de su estructura sobresale del edificio, mientras que la otra se sumerge en él. Aquí entran en juego las triquiñuelas de las ilusiones ópticas, pues aunque pudiera parecer que está suspendida en el aire, en realidad posee un soporte mínimamente visible. Además, su silueta esférica hace referencia a las formas primordiales del universo.
Por último, la Cúpula Invertida es un gran domo de vidrio, diseñado de manera inversa, que encontrarás en la parte superior del atrio central. En él tienes la ocasión de admirar el cielo sin obstáculos colocándote en la plataforma del medio. Se trata, según Ennead, de “un encuentro real con el universo”, pues este espacio “corta la vista del horizonte y el contexto urbano adyacente y enfoca al visitante en el cielo, que lo abarca todo”.
Pero este monumental museo no causa sensación solo por su diseño. Las instalaciones cuentan con una extensa programación de exhibiciones temporales y permanentes, además de contener un telescopio solar de 24 metros, un observatorio, un planetario óptico, un centro de educación e investigación y el Teatro Digital Sky. Sin duda, una experiencia que nos hará sentir como hormiguitas en la inmensidad del cosmos.