Algo está pasando en Minato. Al emblemático barrio de Tokio le han salido ondulaciones y curvas por doquier gracias al atrevido proyecto de la firma Heatherwick Studio. Se trata de Azabudai Hills, el primer distrito del estudio y la culminación de un proceso de regeneración de tres décadas, dirigido por Mori Building Company.
La estampa, desde luego, es muy llamativa y ha supuesto todo un reto para Heatherwick. La firma se encontró con una parcela complicada y de forma irregular que abarca más de ocho hectáreas. Con este panorama, estrujó las mentes creativas de su equipo para dotar a la zona de armonía y de “una identidad distintiva que sea particular de Tokio”.
Para ello, pensaron en el concepto de la pérgola, pero ampliándolo a las proporciones del distrito en aras de organizar y unificar elementos diferentes de varios tamaños. Así, según el estudio, “el diseño permite un importante espacio verde tanto desde abajo como subiendo a los edificios del podio, sin sacrificar la conectividad con el suelo”. Además, han servido como valiosa fuente de inspiración las formas naturales del entorno del valle, y es que “la estructura ondulada —de Azabudai Hills— se eleva como una ladera de suave pendiente antes de perforar el suelo”. Lo que permite esto es la entrada plena de la luz natural a las zonas comerciales del sótano.
En total, el nuevo distrito acoge casas, tiendas, restaurantes, un hotel, instalaciones culturales y la primera escuela ideada por la firma. Con Azabudai Hills, se ha reafirmado la apuesta de Mori por las ‘ciudades-jardines’, ya que este proyecto brinda espacios de reunión informal a lo largo de 2,4 hectáreas de naturaleza y jardines públicos. Estas zonas incluyen fachadas transitables, un anfiteatro informal y múltiples paisajes acuáticos.
Lejos de ser un imaginativo proyecto a futuro, Azabudai Hills es ya una realidad en Minato —barrio que se autodenomina Ciudad de Minato— y se espera que reciba entre 25 y 30 millones de visitantes al año.