A nadie nos amarga un dulce y aunque para saciar nuestro lado más goloso disponemos de infinidad de alternativas en el mercado, nada como las pastelerías de barrio de toda la vida donde disfrutar de productos artesanos. Y es que los maestros de la panadería y la pastelería son artesanos, ya que con sus manos y una buena materia prima consiguen satisfacer nuestros placeres más dulces.
Luis Romero, un artesano en este caso de la joyería, cambió las piedras preciosas por la harina, la mantequilla y el azúcar hace casi medio siglo, mientras aterrizaba en Madrid procedente de Brasil. Su hijo, Quique, con tan solo 14 años comenzó a aprender el oficio junto a su padre a la vez que empezó a realizar cursos en varios países de Europa y aprendiendo sobre el maravilloso mundo de la panadería y la pastelería, llegando a ser Subcampeón de España de bollería artesana y natural en 1995.
Ipanema de Quique cuenta con varias tiendas en Madrid, donde apuestan por la naturalidad y artesanía en sus productos, por una elaboración diaria y un producto de calidad, utilizando para sus panes masa madre y consiguiendo reducir en un 30% el azúcar de sus productos sin perder una pizca de dulzura.
Famosos son sus Romeritos, su producto estrella, que han creado en honor al fundador de las pastelerías. Un lazado de hojaldre fino, de textura tierna, jugosa y deliciosa que se ha convertido en un “goloso pecado” para los que tienen la suerte de disfrutar de ellos. Recientemente los asistentes al taller de Siam Cooking Club, celebrado en el centro comercial del sur de Tenerife, disfrutaron de una masterclass del pastelero que llegó de Madrid para compartir técnicas de la pastelería de toda la vida y que obsequió a los asistentes con los tan codiciados Romeritos.