Seguramente, todavía resuene en sus oídos la ovación de ocho minutos que siguió al estreno de su nueva película, Joker, en la última edición del Festival de Cine de Venecia, donde ganó el León de Oro. Su interpretación del villano archienemigo de Batman puede llevarle, por fin, a conseguir el Oscar, uno de los pocos premios que aún le falta en su impresionante currículo.
La crítica especializada no ha escatimado elogios a la película que ha dirigido Todd Phillips y a la interpretación de Joaquin Phoenix. El actor estadounidense (aunque nacido en Puerto Rico, el 28 de octubre de 1974) se perfila como uno de los favoritos para ganar el Oscar al mejor actor, un galardón al que ya optó por sus trabajos en Gladiator, Walk the Line y The Master.
Ambientada en 1981, Joker cuenta cómo un cómico fracasado, Arthur Fleck, desciende hasta el infierno de la locura para iniciar una carrera criminal. El filme ya sido comparado con una de las obras maestras de Martin Scorsese, Taxi Driver, cuyo protagonista, Robert De Niro, también tiene un papel destacado en este largometraje sobre el pérfido payaso. Phoenix hereda el personaje que ya habían encarnado Jack Nicholson, Heath Ledger y Jared Leto para dar forma a una de sus interpretaciones más complejas.
“No me remití a ninguna encarnación previa. El Joker es muy difícil de definir y realmente no quería definirle. A veces nos acercábamos y yo identificaba ciertas partes de su personalidad o de su motivación, pero entonces retrocedía porque quería que el personaje fuese un misterio”, asegura el actor, que tuvo que perder 23 kilos para resultar creíble como psicópata frágil y hambriento.
“Acaba afectando a tu psicología. Lo que era durante las primeras semanas de rodaje fue completamente diferente de quien acabó siendo al final. Evolucionaba constantemente. Nunca he tenido una experiencia como ésta”.
La Mostra de Venecia encumbró a Joker dándole su máximo galardón: el León de Oro. Es la primera vez que un largometraje sobre un personaje surgido de los cómics de superhéroes obtiene el reconocimiento más importante de uno de los festivales más prestigiosos del mundo. El propio Joaquin Phoenix ya había sido premiado en la ciudad italiana con la Copa Volpi al mejor actor en 2012 por The Master y hace dos años también ganó el premio de interpretación en Cannes por You Were Never Really Here. Además, posee un Globo de Oro por Walk the Line y numerosos premios de la crítica. Es el impresionante palmarés de un actor que, además de los ya citados, cuenta en su filmografía con títulos tan importantes como To Die For y Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, de Gus Van Sant; U Turn, de Oliver Stone; Signs, de M. Night Shyamalan; Her, de Spike Jonze, o Irrational Man, de Woody Allen. Esta vez parece que el Oscar lo tiene más cerca.