El mundo de la aviación está repleto de hitos que reflejan la capacidad de superación del ser humano. El último de ellos ha ocurrido en uno de los lugares más inhóspitos del planeta: la Antártida. En el continente antártico, ha descendido de los cielos por primera vez en la historia un Boeing 787 Dreamliner, aterrizando en el aeródromo de Troll.
Este logro ha sido alcanzado por la compañía Norse Atlantic Airways, tratándose de un ambicioso proyecto organizado por el Instituto Polar Noruego y Aircontact que no ha estado exento de retos. Como resulta evidente, la Antártida carece de pistas pavimentadas convencionales, por lo que el Boeing 787 Dreamliner tuvo que aterrizar sobre una pista de hielo de 3000 metros de largo y 60 metros de ancho.
Partiendo de Oslo el 13 de noviembre, el Dreamliner hizo una escala en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, antes de embarcarse en el desafiante tramo antártico. Saliendo de Ciudad del Cabo a las 23:03 del miércoles, el avión, denominado Everglades, pasó más de 40 horas en Sudáfrica antes de su histórico aterrizaje en Troll Airfield. Este tuvo lugar a las 02:01 (hora local) del miércoles 15 de noviembre de 2023.
A bordo del vuelo N0787 viajaban 45 pasajeros, entre ellos científicos del Instituto Polar Noruego y de otros países, con destino a distintas estaciones de la Antártida. El vuelo también transportó 12 toneladas de equipo de investigación esencial y crucial para la exploración antártica.
Como no puede ser de otra manera, la satisfacción de la aerolínea es máxima y su director ejecutivo, Bjørn Tore Larsen, ha recalcado el “espíritu de exploración” para llevar a cabo esta misión. Asimismo, Paul Erlandsson, representante de servicio de campo de Boeing, alabó la eficiencia de la aeronave: “El 787 Dreamliner destaca por su excepcional eficiencia de combustible, lo que permite un vuelo de ida y vuelta desde Ciudad del Cabo a la Antártida sin necesidad de repostar combustible. Esto no solo garantiza tiempos de entrega rápidos, sino que también beneficia significativamente al medio ambiente al eliminar las complejidades logísticas de transporte, almacenamiento y manejo de combustible en la Antártida”.
Sin duda, un aterrizaje en condiciones muy complejas que continúa eliminando barreras en el mundo de la aviación.