El verano ya está aquí y los helados vuelven a convertirse en nuestro mejor aliado. Bocados de frescura y de sabor que nos ayudan a afrontar temperaturas cada vez más sofocantes. Por ello, priorizar la calidad en estos alimentos fríos resulta todo un acierto, y hoy te hablamos de un concepto de heladería en alza tan delicioso como saludable: las heladerías botánicas.
Se trata, como puedes inferir por su nombre, de elaborar helados a partir de ingredientes provenientes de las plantas. Una tendencia en línea con las nuevas pautas de comportamiento de los consumidores, preocupados por un estilo de vida más sano.
En este sentido, las heladerías botánicas se posicionan como una opción que puede sustituir los lácteos por alternativas como la avena, la soja, la almendra o el coco y hacer uso de hierbas y flores. Además, la carta de helados puede ser algo cambiante, ya que la disponibilidad de ingredientes varía según la época del año.
En España, este concepto resulta aún muy incipiente, pero a nivel global podemos encontrar varias heladerías botánicas que han abierto en los últimos años. Quizás, el máximo exponente hoy sea Sherbet, marca gourmet que opera en Oaxaca (estado de México) para ofrecer lo que definen como “helados botánicos” o “helados florales”.
Detrás del proyecto se encuentra la joven emprendedora Brenda Patricia Martínez, quien vio potencial en el uso de semillas, raíces, hojas, flores y tallos para elaborar este alimento predilecto por niños y no tan niños. Esta empresaria decidió que su nueva aventura también redundara en beneficio de Oaxaca, por lo que formó un equipo de trabajo compuesto por mujeres de Santiago Matatlán, zona arraigada al cultivo y conocida como ‘la cuna del mezcal’.
De este modo, Sherbet elabora deliciosos helados con productos de kilómetro cero. Todos los ingredientes provienen de hierbas y flores pertenecientes a huertos locales, garantía de frescura y del máximo sabor. Además, la heladería también apuesta por disminuir el uso de envases desechables, para lo que utiliza envases confeccionados con fibras naturales, como la jícara de calabaza. A juzgar por las imágenes, estos helados entran por los ojos.
Pero Sherbet no es la única heladería botánica existente. En Buenos Aires (Argentina), Obrador Florida abrió sus puertas hace dos años siguiendo la misma filosofía. Bajo la batuta de la chef Mercedes Román, elaboran helados profundizando en dos elementos: la técnica y las texturas. Hasta crean golosinas a base de frutas y plantas.
Si bien aún no son muchas las heladerías que se definan explícitamente como botánicas, no cabe duda de que se trata de una filosofía de mucho potencial. Porque todo lo que se encuentre en sintonía con la madre naturaleza será un auténtico despliegue de sabor.