La historia que vamos a contarte comenzaba hace 60 años, cuando una mujer que se llamaba Virgilia decidió sorprender a su familia con un turrón de lo más delicioso.
Pero un turrón no se hace en cualquier época del año, la magia comenzó en Navidad, cuando degustar este turrón se volvía una tradición. Hasta el día de hoy, en el que Cristina, nieta de Virgilia y propietaria de Sabela Bar, decidía ponerse manos a la obra y elaborar una gran tanda de esta delicia navideña.
Y es que la magia de la Navidad, es compartir. Es por ello que Cristina decide hacer y vender este turrón en Sabela Bar, para que todo el mundo pueda degustar el verdadero sabor de la Navidad.
Y es que, qué mejor oportunidad que esta de probar una receta que ni es local, ni ha visto nunca la luz. Una oportunidad de probar una receta familiar cuyo componente emocional y el cariño de su elaboración es el valor añadido que a muchos turrones le faltan.
Pero si algo podemos recomendar es que corras a por el tuyo al ser una edición limitada, y también lo puedes conseguir en KomeLocal.