Aunque todos la conozcamos como Verdeliss por las redes sociales, el verdadero nombre de la mujer que está en el foco de todas las miradas en los últimos días es Estefanía Unzu Ripoll. La causa de esta creciente fama es que se encuentra inmersa en uno de los desafíos más exigentes del mundo del atletismo: el World Marathon Challenge. Este reto consiste en correr siete maratones en siete días consecutivos, abarcando los siete continentes. A sus 39 años, la influencer navarra y madre de ocho hijos ha demostrado una vez más su capacidad para superar límites y romper estereotipos.
El desafío comenzó el 31 de enero en la gélida Antártida, donde Verdeliss se alzó con la victoria en su categoría, enfrentando temperaturas extremas y condiciones adversas. Desde entonces, ha continuado su racha triunfal con victorias en Ciudad del Cabo, Perth y Dubái. Este martes, la atleta tiene previsto correr en Madrid, en el circuito de El Jarama, antes de dirigirse a Fortaleza y culminar su hazaña en Miami el 6 de febrero.

En una entrevista para El País previa al inicio del reto, Verdeliss compartió sus sentimientos y explicó que estaba “muy nerviosa porque supone enfrentarme a una experiencia que desconozco y la incertidumbre me incomoda”. A pesar de su amplia experiencia en maratones, reconoció la singularidad y dificultad de este desafío, especialmente por las condiciones extremas de algunas etapas.
La preparación para una prueba de esta magnitud no ha sido sencilla, sobre todo al tener que compaginar su vida familiar y profesional. Por esta razón, Verdeliss ha tenido que entrenar en horarios poco convencionales. “Siempre me pongo en la cinta de correr cuando se ha ido el sol o antes de que salga. En definitiva, todo se resume en dormir menos y correr … “, explicó en esta misma entrevista.
Además de su impresionante resistencia física, la atleta ha desarrollado estrategias mentales para mantenerse enfocada durante las largas distancias. Una de sus técnicas consiste en realizar cálculos matemáticos mientras corre, lo que le ayuda a distraerse y mantener el ritmo.

Este desafío no solo pone a prueba la fortaleza física de Verdeliss, sino también su capacidad para romper barreras y desafiar las expectativas sociales. “He callado muchas bocas. No pensaban que una madre de ocho hijos podía lograr mis marcas“, afirmó para El País, subrayando su determinación para superar los prejuicios y demostrar que la maternidad no es un impedimento para alcanzar metas deportivas de alto nivel.
A medida que avanza en este agotador recorrido, Verdeliss continúa inspirando a miles de seguidores, mostrando que con disciplina, pasión y resiliencia, es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar sueños que parecían inalcanzables.