El arte de la fotografía se encuentra en constante evolución. La mejora de la tecnología nos permite tomar imágenes cada vez más llamativas sin necesidad de ser unos eruditos con la cámara, y es algo que comienza a ser muy evidente con la inteligencia artificial. No en vano, la fotografía móvil con IA está llamada a establecer un nuevo estándar donde el resultado final quizás no tiene mucho que ver con lo que visualizan nuestros ojos.
Esto ha quedado de manifiesto con el lanzamiento de los nuevos teléfonos Pixel de Google. El Pixel 8 y Pixel 8 Pro han salido al mercado este mes de octubre con sofisticadas pero accesibles funciones en la cámara, confirmándonos que los meteóricos avances en materia de IA generativa ya están llegando a los smartphones.
Sin duda, este escenario establece un cambio de paradigma que beneficiará a los usuarios que dan un uso más casual a la cámara y que, quizás, provoque el descontento de los más puristas de la fotografía. Porque si antes la cuestión estaba en lo que éramos capaces de capturar con el visor, ahora radica en lo ingeniosos que podamos ser una vez sacada la foto.
Ya no hablamos solo del procesado de las imágenes, que ya sabemos que en los teléfonos móviles es bastante notorio. En la promoción de su nuevo lanzamiento en septiembre, Google anunció a bombo y platillo las funciones de Magic Editor y Best Take en los Pixel 8. Ambas, cómo no, basadas en la inteligencia artificial.
Ediciones a la carta en la fotografía móvil con IA
Con Magic Editor, tenemos la oportunidad de cambiar el encuadre de nuestra foto. Si creemos que deberíamos haber posado más cerca de la cámara, tan solo deberemos acceder al editor, seleccionar nuestra silueta y colocarnos donde queramos. Podemos hacernos más grandes para simular que estamos próximos al móvil, alejarnos o ponernos a un lado. Todo ello mientras la IA va corrigiendo las sombras e iluminación y ‘rellenando’ el vacío que dejamos en nuestra posición original. Como imaginarás, también hay otras funciones, algunas ya presentes en determinados móviles de gama media y alta. Estas son la posibilidad de eliminar elementos de la imagen que no nos gustan (como personas de fondo), corregir las caras borrosas, modificar cómo nos afecta la iluminación o cambiar el cielo para agenciarnos un atardecer o evitar los días nublados.
Por otro lado, la función de Best Take actúa directamente en nuestra cara. Para ello, Google Fotos analizará las imágenes en las que salimos nosotros o nuestros familiares y amigos. Así, una vez que te saques una nueva foto y no te convenza cómo saliste, o si en una foto grupal a tu amigo no le gusta su cara, el móvil te permitirá cambiar la expresión del rostro a partir del estudio facial. Ojo, seguirá siendo tu cara y los resultados son sorprendentes, pero siempre se tratará de una reconstrucción artificial que previamente no existía. Y todo gracias a algoritmos que han diseccionado otras imágenes.
Para complementar estas novedades, Google ha lanzado (solo en la versión Pro del Pixel 8) la función Zoom Enhance, que también funciona únicamente cuando la foto se ha procesado. A través de Google Fotos, podrás aplicar a tu imagen un nivel de zoom casi infinito. Solo deberás ir ampliando la foto mientras la inteligencia artificial va puliendo la calidad, eliminando el ruido y la falta de nitidez. Esto, además, podría permitir a los fabricantes ahorrarse la introducción de teleobjetivos en sus dispositivos en el futuro, para disgusto de algunos usuarios.
Uniendo todos estos elementos, es evidente que la fotografía móvil con IA ha entrado en un período de inflexión donde quizás no vuelva a ser como la conocíamos. Las marcas irán añadiendo novedades para modificar cada vez más las imágenes ya capturadas, mientras se diluye la atención del momento en el que las sacamos. El debate sobre este escenario será vívido y ofrecerá puntos de vista muy interesantes, aunque la magia de capturar una toma en el momento y lugar oportunos siempre quedará ahí.