En la silenciosa y solitaria Antártida se ubica White Desert Echo, el único lugar de la Tierra donde sentirse como si no estuviéramos en ella.
Sobre el blanco manto de la nieve surgen los desafiantes cubículos en los que nos sentimos desconectados de la realidad. Un lugar ideal para grupos de 12 personas que podemos definir como futurista y lujoso. Los cubículos buscan simular el interior de la Estación Espacial Internacional, y es que quedarse en este sitio es como habitar otro planeta.
Un desierto blanco de nieve y montañas que contrasta con las seis cabinas que salpican este paisaje lunar. Desde estas cabinas, completamente equipadas, podemos sentirnos en el fin del mundo mientras disfrutamos del maravilloso paisaje que se erige ante nuestros ojos.
Tras un día divirtiéndonos con las actividades que ofrece White Desert, como esquí, escalada o montañismo, cae la noche y la magia empieza a surgir. Y es que cuando todo se tiñe de negro, podemos tumbarnos en nuestra cálida cama y vislumbrar el estrellado cielo nocturno.
Inspirado por astronautas y utilizado por exploradores, alojarse en este campamento es una experiencia para desafiar nuestro lado más aventurero. Lo más curioso de este lugar es que podríamos desmantelarlo y el paisaje se quedaría intacto.
White Desert Echo abría sus puertas en el mes de diciembre tras tres años de elaboración del proyecto. Una realidad inspirada en Star Wars que promete ser todo un paso para atraer turismo a la Antártida.