Está a punto de comenzar la época favorita de muchos. Días más largos, salitre en la piel y terraceo frente al mar. Estábamos deseando poder disfrutar de la época estival y, si hay alguna manera de celebrar su inauguración, es con la copa en alto.
Lo repetimos hasta la saciedad, pero no nos cansamos de decirlo. Y es que la riqueza de los productos locales que nos ofrecen nuestras Islas es prácticamente infinita y enriquecen cualquier elaboración que se haga a partir de ellos. Así que, este año, venimos a presentarte la propuesta del hotel Royal Hideaway Corales Resort que, no solo dará la bienvenida a las noches de verano, sino que te hará brindar con sabor a Canarias en los labios.
El pasado viernes tuvimos la suerte de visitar su reciente incorporación: Maresía Atlantic Bar. Es ahí donde, con vistas de pájaro a la localidad costera de La Caleta (en Adeje,) los productos de proximidad de mayor calidad se fusionan para crear la primera carta de coctelería que realiza todas sus elaboraciones a partir de productos 100 % canarios.
Al mando del barco se encuentra el reconocido bartender Yoni Mesa, quien apuesta por reforzar los valores en torno a la mixología de territorio con la presentación de una nueva selección de cócteles que se incorporan en su carta de autor. De ella, tuvimos el placer de conocer (y enamorarnos) de cuatro de sus creaciones.
Barratini fue la primera. Nos transportó a la Isla capitalina vecina, mediante el sabor de su famoso café de Agaete y la gran estrella (además de protagonista de muchas de sus bebidas): el Vodka Blat, del que ha sido nombrado, recientemente, brand ambassador a nivel nacional. Este cóctel lo acompañó de la versión “comestible” del barraquito, una delicia y perfecto maridaje al cóctel. Otro con el vodka grancanario fue Margaza. Licor cacao Chile, shurb de plátano maduro y pimiento asado, blitter de pimienta picona ahumada y zumo de limón.
A medida que el sol caía y nos alumbraba con sus rayos anaranjados, nosotros ya estábamos más que conquistados para cuando llegó el Vitamin Sea. Esta vez, su base era de ron Aldea de La Palma macerado en salvia y el reconocido Vermouth Primo Blanco de Lanzarote con toques de zumo de aloe vera y maracuyá.
Para cerrar la velada (en contra de nuestro pesar), nos fundimos en whisky blended El Drago macerado con café de Agaete, miel de tajinaste y naranja de altura de La Gomera. Esta sí que fue la última de “la última y nos vamos”. Y con un sabor cítrico y a ganas de más en la boca, nos fuimos a casa, planeando nuestra próxima aparición por el rooftop del hotel Royal Hideaway Corales Resort. ¡Chín, chín!