Las Islas Canarias es uno de los mejores destinos del mundo para la observación de estrellas. Los cielos mágicos que ofrecen las Cañadas del Teide o el Roque de los Muchachos dejará boquiabierto a cualquiera. Tal es así, que incluso está protegido por la Ley del Cielo, por la cual muchos municipios de las islas de Tenerife y la Palma están obligados a utilizar farolas de led ámbar que no interfieran con la investigación astronómica que se produce en los observatorios de Izaña y del Roque de los Muchachos respectivamente.
Isaac Newton ya propuso en 1704, en su obra Opticks, instalar los observatorios en lo alto de las montañas, alejándolos de las grandes capitales europeas, donde habitualmente se ubicaban. La idea fue totalmente acertada, pues en las capas mas bajas de la atmosfera de la tierra hay una mayor densidad de aire que reduce la visibilidad, y a mayor altitud mejor visibilidad.
A esto, se le suma otro fenómeno clave para la espectacular estampa que se produce en una noche de verano. Los vientos alisios se cargan de humedad a medida que recorren cientos de kilómetros hacia las islas. Al encontrarse con las de mayor altitud, chocan contra sus imponentes cordilleras y toda esa humedad se condensa formando nubes que quedan atrapadas por la inversión térmica entre unos 600 y 1.800 metros de altitud, dando lugar al fenómeno conocido como mar de nubes. Esta densa capa impide que la contaminación lumínica llegue a la cumbre de las islas, lo que provoca unos cielos totalmente oscuros. En una noche sin luna, se puede ver perfectamente la vía láctea, especialmente entre los meses de abril y septiembre.
La posición geográfica de las islas también juega un papel muy importante. Al estar cerca del Trópico de Cáncer, se tiene el privilegio de poder ver el 90 por ciento de las constelaciones. Es posible avistar algunas como Centauro o la Cruz del Sur, constelaciones sólo visibles desde el hemisferio sur.
Se organizan rutas, ferias y todo tipo de actividades. Se llegó a celebrar durante tres años un festival en Tenerife y en La Palma dedicado a la astrofísica, el Festival Internacional Starmus, en el que participaron personalidades como el mismísimo Stephen Hawking. También existe una fundación creada por el Instituto de Astrofísica de Canarias, Fundación Starlight, cuyo objetivo es la protección del cielo estrellado y la difusión de la astronomía.
Canarias también lidera actualmente el EU Sky Route, un proyecto financiado por la Unión Europea, que tiene como meta consolidar este tipo de turismo, y es que cada año, miles de ‘astroturistas’ acuden a estos parajes para observar, fotografiar, estudiar o simplemente disfrutar de las mágicas noches que nos ofrecen las Canarias.