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‘Baños de bosque’, la tendencia regenerativa más natural

La preocupación por la salud mental ya está en la conciencia colectiva de la sociedad. Según datos del Ministerio de Sanidad, el trastorno de ansiedad afecta al 6,7% de la población en España, mientras que la depresión aparece en el 4,1% de los ciudadanos y se va incrementando con la edad. 

Ante este escenario, no son pocos los estudios que han corroborado lo mucho que contribuye a nuestro bienestar mental el contacto con la naturaleza, por lo que no es de extrañar que se encuentren en alza los denominados ‘baños de bosque’.

El concepto no es en absoluto nuevo, resultando una adaptación de lo que en Japón se conoce como shinrin yoku. Y lo cierto es que esta práctica no podría ser más sencilla, pues consiste simplemente en pasear por el bosque y dejar que la naturaleza invada nuestros sentidos. 

De hecho, shinrin yoku tiene la traducción literal de ‘absorber la atmósfera del bosque’, y estudios realizados en el país nipón corroboran sus múltiples beneficios: reducción de las hormonas relacionadas con el estrés, disminución de la presión arterial, fortalecimiento del sistema inmunológico…

‘Baños de bosque’ en la ciudad

A la hora de trasladar este concepto a Occidente, se ha apostado no solo por disfrutar de nuestros entornos naturales, sino también por ‘llevarlos’ a la ciudad. Se trata de crear exuberantes jardines donde nos invada la calma y el bienestar.

Un ejemplo perfecto de ello es Forest Bathing Garden, un jardín público diseñado por Ula María para personas que padecen una enfermedad de distrofia muscular en Oxfordshire (Reino Unido). No en vano, se hizo con el premio al mejor jardín en el certamen Chelsea Flower Show y pretende ofrecer un refugio para los pacientes, reconectándoles con la naturaleza.

Ahora bien, la mejor manera de disfrutar de los ‘baños de bosque’ es, lógicamente, acudiendo a estos. No es necesario que practiquemos ninguna actividad deportiva cuando nos adentremos en estos espacios naturales. Se trata, simplemente, de pasear y escuchar cómo cruje la madera, cómo cantan los pájaros o el sonido del agua fluyendo por los riachuelos.

Sin embargo, no es solo un acto de escuchar. Los ‘baños de bosque’ involucran a todos nuestros sentidos, por lo que también es relevante que sintamos el tacto del tronco de los árboles, del musgo… Del mismo modo, dejar que nos embriaguen los aromas de los ecosistemas forestales es esencial, ya que refuerzan esa sensación de quietud que buscamos.

Así que ya sabes, ante el estrés del trabajo y el frenesí del día a día, desconectar de nosotros mismos con cierta periodicidad es un acto casi obligatorio. Y tú, ¿tienes algún bosque predilecto para darte este ‘baño’?

 

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