La cultura fenicia tiene a partir de ahora un pequeño homenaje en el sur de Menorca. El hotel Barceló Nura ha abierto sus puertas en el municipio de Sant Lluís con un diseño sostenible y un nombre que hace referencia a la influencia de los fenicios en la cultura de la Isla. En este sentido, ‘Nura’ es un derivado de ‘nur’, que significa ‘fuego’.
Este bonito hotel ha conseguido un aspecto muy natural gracias a sus muros de piedra. Valorado en 20 millones de euros, el alojamiento dispone de 128 habitaciones, de las que 45 tienen acceso a piscinas semiprivadas para redondear esta experiencia de lujo y confort. El conjunto arquitectónico, a cargo de FG Arquitectes, está formado por un amplio solárium, tres piscinas y dos restaurantes para disfrutar de la gastronomía menorquina.
Asimismo, la nueva obra de Barceló Hotel Group ha sido construida bajo la premisa de respetar el entorno, con un diseño que se ha integrado en el mismo y en la orografía natural de la zona. Se han empleado materiales sencillos relacionados con la edificación tradicional de la Isla, como la mencionada piedra natural, que replica los vallados tradicionales menorquines, o la madera sobre estructuras ligeras para la creación de las áreas de sombra.
Pero este acento local se mantiene en el interior de las habitaciones. La artesanía toma el protagonismo en un proyecto de interiorismo comandado por Mireia Vila y Miquel Pol en el que cada elemento ha sido producido en las Islas por artesanos locales. Esto ha permitido un gran ahorro energético en el trasporte de las piezas hasta el hotel. Y el mimo por los detalles es tal que en cada estancia podemos encontrar obras de cerámica creadas por algunos de los artistas más relevantes de Mallorca.
Además, la apuesta del hotel por la sostenibilidad incluye la utilización de agua regenerada y de iluminación de bajo consumo junto a un sistema de control lumínico; la producción de agua caliente de forma ecológica; y el empleo de sistemas de control de las instalaciones de climatización, limitando el funcionamiento al tiempo necesario y, por tanto, el consumo eléctrico de todo el hotel.
Nos apuntamos este lugar para nuestra próxima escapada a Menorca. Seguro que entre piedras naturales, habitaciones con acceso a piscina y ambiente fenicio encontraremos todo lo necesario para desconectar.