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Tokaj, el edén vinícola

Al norte de Hungría, cerca de la frontera con Eslovaquia, podemos encontrar la región de Tokaj, poseedora de 7.000 hectáreas de viñedos, que la han convertido en una zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (2002). Además, sus paisajes repletos de bosques, llaman la atención sobre las grandes estepas que podemos observar en el resto del País.

Pero vayamos al grano, estamos ante una ciudad a la que debemos sacarle el jugo, o el vino, mejor dicho, y es que sus vinos blancos son los verdaderos protagonistas de la misma. Esta se convirtió en el primer distrito cerrado con denominación de origen en 1757; gracias a las condiciones de su suelo de base volcánica; el agua de los ríos Bodrog y Tisza y su microclima privilegiado. Todo esto reúne las características idóneas para la producción de las variedades de uvas Furmint, la Hárslevelű, Kabar, Kövérszőlő, Zéta y Sárgamuskotály.

De entre estas, destaca la Furmint, que constituye alrededor de un 60% de las plantaciones y que se ha convertido en una seña de identidad de Tokaj. Incluso, todos los días 1 de febrero, se celebra el Furmint Day. Eso sí, si viajas hasta allí también sería un pecado que te fueras sin probar su famoso Aszú, un vino alabado por diferentes personalidades a lo largo de la historia, y que el mismísimo Luís XV de Francia describió como “el rey de los vinos y el vino de reyes”. Pues, ¡a brindar se ha dicho!

© Tokaj
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