Si hay algo que definió El Diablo Viste de Prada en 2006, fue su desfile constante de looks de diseñador que transformaron a Andy Sachs en un ícono de estilo y consolidaron a Miranda Priestly como la emperatriz absoluta de la moda. En esta esperada secuela, el vestuario vuelve con fuerza, más audaz, sofisticado y simbólico que nunca.
Según insiders de la producción, el vestuario actual sigue manejando un presupuesto millonario, gracias a acuerdos con casas de moda como Prada, Loewe, Bottega Veneta, Chanel, Ferragamo y Balenciaga. Varias piezas vistas en el set tienen un valor superior a los 10.000 €, sin contar las joyas y bolsos vintage.
Andy Sachs: de becaria a mujer poderosa

Los looks de Anne Hathaway ya están dando que hablar. Se la ha visto en el rodaje con estilismos que muestran una Andy madura, con éxito profesional y un estilo depurado:
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Trajes oversize con cortes masculinos, en tonos neutros.
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Camisetas básicas combinadas con pantalones de alta gama (como los de Nili Lotan).
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Accesorios de culto, como gafas Celine, bolsos Coach vintage y stilettos de Prada.
Hay una clara evolución desde la joven confundida del primer film hacia una mujer segura de sí misma, minimalista y poderosa.
Miranda Priestly: el regreso de la reina
Meryl Streep vuelve a reinar con estilismos majestuosos. Uno de los outfits más comentados en redes la muestra con:
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Un abrigo de cuero negro con volumen estructural.
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Botines burdeos con punta metalizada.
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Un bolso Dior con herrajes dorados.
Cada detalle está pensado: los colores oscuros, las líneas angulosas y las joyas discretas pero imponentes reflejan a una Miranda más estratégica que nunca. El mensaje es claro: puede que el mundo cambie, pero Miranda Priestly no se rinde sin estilo.
Emily Charlton, el nuevo poder
Emily Blunt regresa con una estética más atrevida y vanguardista. Ahora que su personaje es ejecutiva de una gran firma de lujo, luce piezas editoriales de pasarela, como vestidos arquitectónicos, blazers de hombros amplios, y un uso provocador del color. Algunos de sus looks se inspiran en el street style del Fashion Week de París y Milán.