En la playa de la Concha, en el municipio cantábrico de Suances, algo insólito pero profundamente entrañable ocurre cada primavera, decenas de perros toman las olas y se deslizan sobre tablas de surf en el Dingonatura Surf Dog, el primer campeonato europeo de surf canino.
Lo que comenzó como una excentricidad, hoy se ha convertido en una tradición pionera en Europa. Este campeonato, impulsado por Tiendanimal, Maratondog y el Ayuntamiento de Castrillón, desafía no solo las olas del mar, sino también las creencias sobre lo que un perro puede y quiere hacer. Las reglas son sencillas, pero exigentes. Los perros compiten según su tamaño (pequeños, medianos, grandes), y también existe la categoría tándem, en la que humano y perro comparten tabla. Cada dúo tiene 10 minutos para demostrar su destreza mientras un jurado evalúa el estilo, equilibrio, dificultad, duración y sobre todo, cuánto disfruta el animal.

Ya en su cuarta edición, este singular campeonato ha coronado a verdaderos íconos del surf perruno. La gran protagonista ha sido Gala, una valiente y carismática perra que conquistó las dos primeras ediciones celebradas. Su talento natural sobre la tabla y la conexión con su dueño, Jorge Sánchez Cuervo, han hecho historia en el evento. Junto a ella, nombres como Wolfy, Kokun o Suky han emocionado al público, demostrando que el surf no es solo para humanos.
Sin embargo, el verdadero motivo de la celebración del campeonato va mucho más allá de lo competitivo, pues este evento es una poderosa herramienta solidaria. El 100 % de las inscripciones se destina a protectoras locales, y el patrocinador Dingonatura dona gran cantidad de raciones de comida para perros sin hogar. Además, durante la celebración del torneo, se promueve activamente la adopción responsable con stands informativos y presencia de refugios. Cada ladrido, cada ola surfeada, es también un paso hacia una vida mejor para muchos animales que aún buscan un hogar.

Con un éxito ya consagrado y una creciente expectación mediática, el Dingonatura Surf Dog apunta a convertirse en una cita fija en el calendario europeo. La ola ya está en marcha, y cada año más canes se atreven a surcarla.