Del 13 al 24 de mayo, la Costa Azul volvió a vestirse de gala para acoger el Festival de Cannes 2025, una cita ineludible para la industria del cine que este año ha equilibrado con maestría la nostalgia, la innovación y la diversidad. Bajo la presidencia de Juliette Binoche, el jurado internacional —compuesto por figuras como Halle Berry, Jeremy Irons, Carlos Reygadas o Leïla Slimani— ha tenido la difícil tarea de elegir entre una de las selecciones más ambiciosas de los últimos años.
Una selección que apuesta por el riesgo y la emoción
Este año, la competición oficial ha destacado por su variedad de estilos, géneros y nacionalidades. Cineastas consagrados han compartido protagonismo con nuevas voces que llegan con fuerza, reivindicando la vitalidad de un cine que se transforma y arriesga.
Entre las grandes apuestas internacionales, brilló Wes Anderson con The Phoenician Scheme, una comedia geopolítica de estética impecable, protagonizada por Benicio del Toro y Mia Threapleton, que explora con ironía los conflictos familiares y diplomáticos en los años 50. También fue aplaudido el homenaje de Richard Linklater al cine francés con Nouvelle Vague, una recreación del rodaje de Al final de la escapada de Jean-Luc Godard, que ha conquistado a la crítica por su mirada nostálgica y cinéfila.
En el terreno más experimental, Ari Aster sorprendió (y dividió opiniones) con Eddington, una sátira ambientada en tiempos de pandemia, mientras que el drama multigeneracional y gótico de Mascha Schilinski, Sound of Falling, se posiciona como una de las favoritas para la Palma de Oro.
España pisa fuerte en la Croisette
El cine español ha vivido una edición histórica. Por primera vez en mucho tiempo, dos películas compiten por la Palma de Oro: Carla Simón con Romería, y Oliver Laxe con Sirat. Dos propuestas muy distintas que reflejan la riqueza del cine nacional contemporáneo, entre lo íntimo y lo espiritual.
Fuera de competición, también se ha hecho notar la ópera prima de Guillermo Galoe, Ciudad sin sueño, ambientada en la Cañada Real y presentada en la Semana de la Crítica, así como el cortometraje +10K de Gala Hernández López, en la Quincena de Cineastas. Además, el director Rodrigo Sorogoyen ha presidido el jurado de la Semana de la Crítica, consolidando aún más la presencia española en Cannes.
El debut de las estrellas
Uno de los grandes focos de atención de esta edición ha sido el debut como directoras de dos estrellas de Hollywood: Kristen Stewart y Scarlett Johansson.
Stewart ha sorprendido con The Chronology of Water, una intensa adaptación del libro de memorias de Lidia Yuknavitch, protagonizada por Imogen Poots. La película recibió una ovación de seis minutos y marca un prometedor inicio como directora para la actriz de Spencer. Johansson, por su parte, presentó Eleanor the Great, una historia tierna y emotiva con June Squibb al frente, que apunta maneras y sensibilidad.
También debutó el actor Harris Dickinson con Urchin, que ha sido muy bien recibido por su audacia narrativa y estética.
Más allá del glamour de la alfombra roja, Cannes 2025 ha dejado claro que el futuro del cine pasa por la mezcla: de generaciones, de géneros, de culturas. El festival ha sabido combinar la reverencia al pasado con la apertura a nuevas miradas, ofreciendo una plataforma a voces jóvenes, comprometidas y diversas. Una edición que no solo confirma la relevancia del cine como arte, sino que también lo reafirma como herramienta de cambio y reflexión.