Hace algo más de una semana llegaba la nave Crew Dragon de SpaceX, empresa estadounidense de transporte aeroespacial de Elon Musk, a la Estación Espacial Internacional (EEI) de la mano de la NASA. Sin embargo, este viaje al espacio estuvo plagado de novedades: no solo es el primer viaje que transporta humanos desde suelo estadounidense en nueve años, sino que el trayecto de casi 19 horas estuvo acompañado por las creaciones futuristas del diseñador José Fernández.
Desde vestir la atmósfera oscura propia de DC Cómics con el traje del Batman de Ben Affleck hasta los de muchas de las películas de Marvel, así como Capitán América: Guerra Civil, Iron Man 2 o la armadura de Black Panther, entre otros. El mexicoamericano destaca por el diseño de vestuarios de ciencia ficción para la gran pantalla. Sin embargo, esta vez su talento la traspasa y vuela desde EE. UU hasta el espacio.
Los astronautas de la NASA que pilotaron la cápsula, Bob Behnken y Doug Hurley, tuvieron la oportunidad de vestir unos diseños minimalistas y ligeros a los que Fernández denominó Starman, dejando atrás los conocidos “trajes calabaza” de la era de los transbordadores. De este modo, el ajuste de los mismos a las líneas de sus cuerpos y su impecable aspecto cumple el objetivo de Fernández: alcanzar su semejanza con los trajes de chaqueta y corbata.
Para su creación empleó seis meses. No obstante, lo que logró conquistar a Musk no fueron sus trajes, sino el diseño de un casco espacial que había elaborado el diseñador en dos semanas. Este hizo que se decantara por su propuesta frente a la de las otras cuatro compañías.
Más allá de su elegancia, los trajes Starman cumplen con las funciones vitales para la supervivencia de los astronautas: provee oxígeno, protege de una posible despresurización y regula la temperatura del cuerpo. A su vez, a pesar de que sea de uso intravehícular, lo cual quiere decir no son aptos para un spacewalk, cuentan con las últimas tecnologías, que les permite estar en contacto con la nave. Para ello, el casco realizado con impresión 3D incluye micrófonos integrados, mientras que los guantes permiten el uso de las pantallas táctiles de la nave. Estamos seguros de que nos encontramos ante el comienzo de una revolución de la moda intergaláctica.