Justo frente a la Bahía de Los Cristianos se levanta en forma de medialuna el emblemático Arona Gran Hotel, que, después de año y medio cerrado, reabrió sus puertas el pasado mes de septiembre. Y lo hizo a lo grande, renovando parte de las instalaciones, mobiliario y servicios mientras mantenía ese no sé qué que durante décadas lo ha posicionado como uno de los establecimientos más reconocidos de la Isla. Aunque, si nos detenemos a pensar, podemos ser capaces de encontrar esos factores que lo hacen único y nos conquistan y sorprenden cada vez que lo redescubrimos. Empezando por la ubicación, que convierte el hecho de no estar en el centro de Arona en un atributo más del hotel y, al mismo tiempo, nos regala un paseo marítimo por el que llegar al corazón de Los Cristianos en solo 10 minutos.
El Arona Gran tiene ese ambiente tranquilo que se respira en los hoteles solo para adultos. Una atmósfera relajante en la que el hilo musical se intuye, pero no se interrumpe; los empleados y clientes se mueven con sigilo y por la noche, dejando la ventana de la habitación abierta, y en la que el arrullo de las olas del mar se convierte en el aliado perfecto. Destacan sus espaciosas habitaciones, todas con terraza y vista al mar, y la amplitud de las áreas comunes, donde predominan los techos altos y la vegetación, tan característica de este hotel. ¡Regálate momentos en pareja en Tenerife!
Las nuevas instalaciones suman una piscina de chorros para completar la experiencia del spa —abierto también a clientes no alojados—, que se complementa con una nueva carta de tratamientos, rituales y masajes. Aunque la joya se sigue encontrando en el ‘Up!’, la azotea del hotel de acceso para un grupo reducido de clientes. Aquí los afortunados disfrutarán de dos piscinas, una infinita y otra cúbica, ubicadas en las esquinas y que dan la sensación de estar flotando en el cielo. Además, hay servicio de bebidas premium y snacks durante todo el día.
Desde el Arona también se ha apostado fuerte por la gastronomía, que ofrece una gran selección de productos de proximidad en su bufé y en el nuevo restaurante gastronómico Jarea, situado frente al mar. Asimismo, su concepto de champanería Alisios y Sirocos proporciona una selección de más de 25 referencias en la que están presentes marcas reconocidas, pero también una de espumosos canarios escogidos con maestría.
Esta Navidad, disfruta de cada instante como si fuera el último en el Arona Gran Hotel. El alojamiento ya lo tiene todo preparado para estas fiestas, con una programación en la que reinan el deporte —desde funcional hasta aqua yoga— y la música en directo, con olimpiadas, torneo de petanca, clases de baile y espectáculos musicales a diario. Además, el 25 y el 31 de diciembre se celebrarán las galas de Navidad y Fin de Año, con cóctel previo junto a la piscina y música en vivo tras las uvas.