Hace más de 600 años, dos pastores que guardaban su ganado en las cuevas del barranco de Chimisay, creyeron ver la figura de una mujer sobre una roca en la desembocadura, cerca del mar. Tras avisar al mencey Acaymo y personarse él mismo en el lugar, comprobaron que aquella talla de madera, con forma de mujer y que sostenía un niño entre los brazos tenía poderes milagrosos, así que la llevaron al palacio.
Tres o cuatro décadas después aproximadamente, fue reconocida como la imagen de la Virgen María por un guanche que había sido cautivo de los colonos europeos, lo que suscitó gran interés en toda la isla y cientos de personas peregrinaron a Candelaria para ver aquello, llevando con ellos ofrendas para mostrar su devoción. Posteriormente, se trasladó de la cueva palacio del mencey a otra cueva, la de Achbinico, a orillas del mar para guardarle culto.
Tras la conquista, se celebró en esta misma cueva por primera vez la fiesta de las Candelas, llevando de nuevo a una peregrinación por parte de muchas personas desde cualquier punto de la isla. Esta tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos y que hasta nuestros años se ha seguido practicando, se celebra el 15 de Agosto (realmente el 2 de febrero es el día de La Candelaria) porque en el calendario litúrgico es el día de La Asunción.
Pero además de mucha historia y devoción por la virgen -muestra de ello es su basílica construida a mediados del siglo XX- Candelaria tiene otros rincones que no te puedes perder.
Playa de Samarines
Totalmente apartada de la ciudad, esta pequeña playa de callao, es perfecta para desconectar. A menos de dos kilómetros de la basílica caminando por un sendero sencillo, nos encontraremos con esta cala totalmente virgen y de aguas cristalinas.
Playa de la Hornilla
A diferencia de la anterior, esta es una de las playas ubicadas en el núcleo urbano. Pese a su fácil acceso, no suele llenarse demasiado y es bastante familiar. Su arena negra nos permitirá bañarnos sin complicaciones.
Cueva de Achbinico o San Blas
Enclave al que se trasladó la talla de madera de la Virgen de Candelaria en la primera mitad del siglo XV, convirtiéndose ya en un lugar de culto. Posteriormente se erigiría una capilla cerrando la cueva con muros de mampostería y en el año 2000 se colocaría una réplica de bronce de la virgen original, que fue perdida durante el temporal de 1826.
Piscina Natural Punta del Rey
Tras varios años abandonada y escondida en un rincón de la costa candelariera, esta magnífica piscina natural es un magnífico lugar para relajarse junto al mar y para refrescarse cómodamente en los días de calor.
Comer en Candelaria
Si hablamos de gastronomía también le podemos dar una alegría a nuestro estómago. Ya sea degustando un plato de camarones o un buen pescado fresco junto al muelle en la Cofradía de Candelaria –donde se forman largas colas para entrar los domingos-, unas tapas o un tartar en la Taberna Girón o un buen trozo de carne extremeña con corte argentino en la Media Luna. Eso sí, para bajar la comida, nada mejor que caminar un rato por el agradable paseo marítimo de Caletillas mientras se disfruta de un helado artesanal de la heladería El Sueño.