Charles Leclerc une su nombre al de Chivas Regal para presentar Chivas Regal Crystalgold, el primer whisky cristalino del mundo, una creación que desafía la percepción tradicional del dorado como símbolo del tiempo y la maduración. El resultado es un destilado transparente, visualmente puro, pero tan complejo en boca como los grandes blends de la casa escocesa.
Detrás de esta joya está Sandy Hyslop, Master Blender de Chivas, quien define el proyecto como una oda a la innovación sin renunciar al legado: un whisky que reinterpreta la excelencia desde la claridad. En nariz, aparecen notas de pastel de manzana, toffee de vainilla y ralladura de naranja; en boca, manzanas rojas y peras jugosas se entrelazan con toques de canela y jengibre, dejando un final extraordinariamente suave.
Para Leclerc, piloto monegasco de Fórmula 1, este lanzamiento refleja su manera de entender la vida y el deporte: precisión, elegancia y estrategia. Con una mentalidad que siempre busca superar sus límites, traslada sus ideales también a su día a día y busca nuevas maneras de disfrutarla como puede ser el cóctel Leclerc Spritz. Creado para la ocasión, combina cítricos, flor de saúco, champaña y menta, dando lugar a un ritual tan sofisticado como espontáneo.
Más que una bebida, Crystalgold es una declaración estética: un manifiesto de que la transparencia también puede ser sinónimo de profundidad. Así, entre la tradición escocesa y el pulso contemporáneo de la Fórmula 1, Chivas Regal y Charles Leclerc firman una alianza que cristaliza una nueva era para el whisky: la del lujo que se ve tan bien como sabe.