La congestión de las ciudades es uno de los problemas que más preocupan en el área de la movilidad. Tanto que no son pocas las startups que esbozan el futuro de las grandes urbes en el aire. El último ejemplo de ello es el Alef Model A, el sorprendente coche volador que la firma californiana Alef Aeronautics ha mostrado en el Mobile World Congress de Barcelona.
Te hablamos de un coche volador, y no de un VTOL al uso, porque este vehículo permite desplazarnos tanto en la carretera como en las alturas. De hecho, sus dimensiones han sido minuciosamente calculadas para que pueda ser aparcado o circular perfectamente en un carril normal. Del mismo modo, podrás guardarlo en tu garaje sin mayores problemas.
De nomenclatura muy similar a la de los coches de Tesla, el Model A es un LSV (vehículo de baja velocidad). Así, la criatura de Alef Aeronautics debería evitar problemas legales al respetar la velocidad fijada y las limitaciones de la mayoría de los estados. El punto de todo esto es que, si el conductor estima que necesita una ruta más rápida, el automóvil le ofrecerá la posibilidad de alzar el vuelo para evitar el tráfico. Como imaginarás, aunque técnicamente pueda ser posible, por razones de seguridad esto requiere que los países preparen una normativa adaptada a estos disruptores vehículos. Una tarea que, para desgracia de los más entusiastas de la movilidad, continúa estando pendiente.
En cualquier caso, el hecho de que el Alef Model A haya pasado del papel a la producción merece que indaguemos en sus características. Al ponernos en ‘modo vuelo’, el coche funciona como un VTOL, es decir, despega de manera vertical gracias a las hélices escondidas bajo la carrocería. En el aire, ya será capaz de volar hacia adelante y de llegar al punto deseado. Durante el trayecto, el conductor y la cabina se estabilizarán mediante un sistema de cabina giratoria a base de cardán. Suena todo muy futurista, ¿verdad?
Otro de los puntos más destacables es su estética, con un atractivo color negro y un diseño de líneas suaves hasta la zona central, en la que se levanta la cabina de manera muy pronunciada. Lo que más llama la atención es la mitad superior de la carrocería, compuesta por una suerte de ‘macroparrilla’ para facilitar la refrigeración del vehículo.
Además, y en línea con la propulsión de vehículos voladores de otras startups, el Model A es 100% eléctrico. Ahora bien, si el cliente lo desea y puede costear un incremento en el precio, Alef podrá entregarle una versión que funciona con motores de hidrógeno. Dicha versión aumentaría la autonomía tanto en el modo de conducción como en el de vuelo, cifrados en la opción eléctrica en 320 y 177 kilómetros respectivamente.
Obviamente, no hablamos de un coche asequible, estando dirigido a un nicho de mercado muy concreto. Su precio es de 300.000 dólares, lo que no ha impedido que ya tenga centenas de reservas. Sin embargo, sus dueños deberán ser pacientes, ya que las primeras entregas se enviarán bien entrado 2025 y solo cuenta con permisos (por ahora) en Estados Unidos, restringidos únicamente para pruebas experimentales.