La compañía aeroespacial Boom Supersonic presentó el 7 de octubre su avión supersónico de demostración XB-1, un vehículo creado para marcar un antes y un después en la eficiencia de propulsión. Esta aeronave, sobre el papel, logra un consumo de combustible por milla-asiento comparable al de la clase ejecutiva subsónica, es decir, la de los aviones convencionales.
La empresa define a su creación como “el primer jet supersónico desarrollado de forma independiente de la historia”. Se prevé que despegue por primera vez en 2021 y, además, se someterá a un programa de pruebas de vuelo 100% neutral en carbono. Entre sus innovaciones se incluye una de las tomas de motor supersónico civil de mayor eficiencia que se hayan visto. Esto se une a una aerodinámica también muy eficiente a alta velocidad gracias a que el fuselaje de 71 pies de largo del XB-1 se ha moldeado de manera óptima.
Para propulsarse, el jet dispone de tres motores J85-15 diseñados por General Electric. Proporcionan más de 12.000 libras de empuje, lo que permite que el XB-1 vuele a velocidades supersónicas que Boom cataloga como “revolucionarias”. Por otro lado, el ala delta equilibra la estabilidad a baja velocidad en el despegue y el aterrizaje con la eficiencia a alta velocidad. Incluso, los pilotos contarán con un sistema de visión delantera creado para facilitarles las maniobras para aterrizar: una cámara de video de alta resolución y una pantalla de cabina les brindan una “ventana virtual” a través de la nariz de la aeronave, mejorando la visibilidad.
Este avanzado avión de demostración actúa como telonero de la que será su versión comercial, denominada Overture. Esta aún se encuentra en fase de diseño conceptual. A la par que testan el XB-1, Boom continuará trabajando en el desarrollo de la otra aeronave, la cual planean sacar al mercado en 2025. Su programa de certificación involucrará cinco aviones para pruebas de vuelo y no será hasta 2029 cuando esperan conseguir el certificado de tipo.
Mientras diseñan el Overture, Boom considera que el XB-1 es “un paso crítico hacia los viajes supersónicos convencionales” y su cometido es mostrar al mundo tecnologías clave que hagan este tipo de viajes seguros, eficientes y sostenibles.