Ofrecer una segunda vida a materiales que creíamos que estaban destinados a acabar en la basura es una de las claves para ser, de verdad, más amigables con el planeta. Un residuo que seguro que no te esperabas se ha convertido en el protagonista de unas baldosas que quedarían increíbles en tu casa. Hablamos, ni más ni menos, de la cáscara de huevo de gallina.
CArrelé es una colección de azulejos fabricados a mano de la empresa Nature Squared. Esta idea tan eco-friendly es fruto de la ingeniosa mente de la diseñadora Elaine Yan Ling Ng, quien se atrevió a experimentar con las cáscaras después de descubrir sus utilidades en la industria médica y dental. El resultado final fue la creación de una biocerámica ecológica idónea para usarla en entornos interiores y exteriores.
Lo cierto es que, tras triturar las cáscaras —desechadas por panaderías—, darles forma y someterlas a un tostado natural y a tintes orgánicos, tenemos un precioso material de diferentes colores y texturas para recubrir paredes y, próximamente, pisos. La diseñadora hasta ha revertido con él butacas o elaborado algunos objetos, como bandejas.
Desde luego, una idea que nos encanta y que nos recuerda las enormes posibilidades que nos ofrecen muchos desechos. ¿Te imaginas tu baño con estas baldosas?